Tanto el pie como la articulación del tobillo constituyen una zona muy sensible, ya que sobre ella recae el peso del cuerpo. Por lo tanto, se puede decir que estamos hablando de la primera línea de contacto con el medio y, como consecuencia, la más expuesta a una serie de lesiones de diferente gravedad.
Por Qué Son Frecuentes
Las lesiones de tobillo ocurren con mayor frecuencia en personas que practican deporte. Los esguinces laterales externos son el tipo de lesión más habitual en más del 75% de los afectados. Y, a pesar de una correcta rehabilitación, en un plazo de 3 años es muy posible que la lesión se vuelva a producir. Se estima que alrededor del 20% de los afectados desarrolla una inestabilidad crónica de la articulación.
Tipos de Lesiones
Esguince lateral interno
El esguince lateral interno es infrecuente, pero existe un porcentaje importante de lesiones de este tipo. Dependiendo del grado del esguince, será el tipo de tratamiento y tiempo de recuperación necesario para reanudar las actividades normales.
Fracturas maleolares
Otras lesiones de tobillo son las fracturas maleolares, en las cuales se fracturan las prominencias externa o interna, o ambas al mismo tiempo; en este caso, será necesaria una evaluación profunda para determinar el grado de la lesión y decidir si es necesaria una cirugía reparadora o un tratamiento no invasivo.
Rotura del Tendón de Aquiles
Es una lesión muy compleja, en la que se produce el desgarro parcial o total del tendón que está justo por encima del talón, produciendo en consecuencia la imposibilidad de mover el pie de forma natural. En caso de que sea un desgarro parcial, quizás no implique cirugía, sino un tratamiento con fisioterapia y refuerzo muscular de la zona.
Por otra parte, si la rotura es total, será inevitable la cirugía reparadora, y luego vendrá un largo período de rehabilitación que puede llegar a los 12 meses. Esta lesión es muy habitual en los deportistas, especialmente futbolistas y basquetbolistas, como consecuencia del tipo de movimientos que se realizan.
Otras Lesiones
Otras lesiones son las fracturas óseas, de los metatarsos, de las falanges de los dedos del pie, del hueso calcáneo y del astrágalo. Son producidas en su mayoría por traumatismos o estrés, y será necesaria la inmovilización de la zona afectada y una recuperación con reposo para favorecer que el hueso suelde y se recupere.
En ciertos casos será necesaria la cirugía para colocar piezas que colaboren con la inmovilización. Luego vendrá un período de rehabilitación para fortalecer la zona debilitada, para protegerse de futuras lesiones.
Diagnóstico
Las lesiones de tobillo y pie se caracterizan por la necesidad de utilizar el reposo como componente común para aumentar las posibilidades de una recuperación completa, ya que como hemos expresado con anterioridad, sobre los pies recae el peso de todo el cuerpo, y si hay una lesión, sin importar la gravedad, será inteligente quitarle la carga que soportan para ayudar en la rehabilitación.
La exploración profunda por parte del médico interiorizándose de cómo se produjo la lesión, utilizando el tacto de la zona y recurriendo a las radiografías, serán imprescindibles para determinar el tratamiento a seguir para lograr la mejor recuperación en cada uno de los casos. La actitud del paciente será clave para lograr una recuperación exitosa y reducir las posibilidades de una reincidencia.
Rehabilitación
No se debe apurar la recuperación, y aunque cada físico es diferente, la naturaleza necesita generalmente ciertos plazos para regenerarse y curar. La colaboración de los médicos, fisioterapeutas y las nuevas estrategias de tratamiento formarán las bases de una recuperación plena en la gran mayoría de las lesiones.
A excepción de los casos en los que la lesión haya sido producto de un accidente y que requiera de tratamientos más complejos que incluyan cirugías, se puede decir que la gran mayoría de las lesiones de tobillo y pie van a tener una recuperación satisfactoria, y con total seguridad se podrán retomar las actividades habituales.